Una clase de instituto es seleccionada en un sorteo para ir a una isla desierta donde tendrán que matarse unos a otros. A cada uno se le dará un arma al azar y se le pondrá un collar que envía una señal de su posición y sus constantes vitales. Si se lo intentan quitar, explota. Si uno permanece en una de las áreas prohibidas anunciadas previamente por megafonía, explota. Si pasan 24 horas sin que nadie muera, todos los collares explotan. Sólo puede quedar uno.
El propio autor de la novela en que se basa se encarga del guión del manga, y el dibujante hace su trabajo a las mil maravillas, con un dibujo muy bueno y detallista que en sus escenas más duras no es apto para estómagos sensibles.
Un manga muy entretenido al principio, que acaba siendo un poco tedioso al final, ya que la trama está exageradamente estirada. 15 tomos para esto es demasiado, y más teniendo en cuenta que la mayoría de los alumnos caen como moscas bien rápido, con lo que al final se tiran varios tomos con muy pocos personajes.
Las partes de la isla están acompañadas por flashbacks de muchos de los alumnos, y en eso hay de todo, desde historias repipis y pastelosas a otras bastante duras.
Buen manga, pero antes que leerlo recomiendo ver la película, que cuenta más o menos lo mismo en mucho menos tiempo. Y luego ya si se tiene ganas de leer el manga, adelante.
Un 6.
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