Friday, August 7, 2009

Mi vecino Totoro (Japón, 1988)


En los años 50, dos niñas se mudan al campo con su padre, donde conocerán a un espíritu del bosque.

Deliciosa. Parece una película para niños, pero yo diría que es más bien una película para adultos que queremos dar rienda suelta al niño que llevamos dentro.

La vi por primera vez hace mucho, con unos 10 años, y me aburrí como una ostra. La volví a ver ya de mayorcito, con unos 20, y me encantó. Y hace unos días, con 24, he vuelto a disfrutarla como entonces.


Satsuko, Mei, Totoro y el Gatobús


Escrita y dirigida por Hayao Miyazaki, uno de los fundadores del estudio Ghibli, se estrenó a la vez que La tumba de las luciérnagas, una película de Isao Takahata, el otro fundador. Y cuando digo a la vez no me refiero al mismo día, sino a que proyectaban las dos en la misma sesión. No sé en qué orden iban, pero en cualquier caso los espectadores debieron de flipar. Y es que es una de cal y otra de arena. Mientras que esta película invita a la alegría, al optimismo, a pensar en lo preciosa que es la vida y en que este mundo es poco menos que el país de la piruleta, en la otra salen a relucir las miserias del ser humano y el espectador se deprime al ver la mierda que es el mundo en que vivimos.

Un 8.

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