Naruto es un joven ninja de la villa de la hoja que tendrá que cumplir las misiones que se le asignen. Pronto se encontrará metido en medio de una auténtica guerra que implica a varios grupos distintos de ninjas y a varios países.
Como si espero a que termine el manga me puedo morir de viejo, voy a comentar la primera parte (los primeros 26 tomos y un poco del 27º), sin tener en cuenta para nada lo que llevo leído de la segunda, de la que quizá hable en un futuro lejano y de la que lo único que os adelanto es que está siendo infinitamente peor que la primera.
Con un dibujo bastante feúcho (pésimo en el caso de los personajes femeninos), Masashi Kishimoto nos presenta un shônen-hostias que ha sido durante mucho tiempo, y no sé si sigue siendo, el número 1 en ventas. ¿A qué se debe? A una trama que, aunque no es especialmente interesante sí tiene más miga que las de muchas otras series del género, y, sobre todo, a unos combates verdaderamente espectaculares, sorprendentes y muy, pero que muy imaginativos, con cientos de técnicas de lo más peculiares, muchas de ellas típicas del imaginario japonés, como la técnica del cambiazo, que se ve por ejemplo en Lamu, un manga muy anterior.
Es esa frescura de los combates y lo bien planeados que están, algunos de ellos dejándome verdaderamente flipado, lo que me enganchó desde un primer momento (en realidad desde el tomo 2, cuando Naruto se transforma en Shuriken gigante y Sasuke le lanza contra Zabuza, destransformándose para atacarle desde atrás) y me hizo seguir con avidez un manga de puro entretenimiento, de manera que devoraba los tomos uno tras otro.
Bien es cierto también que a lo largo de esta primera parte hay grandes altibajos. El principio es una pasada, quizá por la novedad más que por otra cosa, y durante los primeros tomos llegué a pensar que más adelante estaría a la altura de Rurouni Kenshin, que es de lo mejorcito del género. Por desgracia después no llega a ese nivel, pero siempre cumple con creces con su cometido.
Quiero destacar por último la gran cantidad de personajes y la importancia que tienen todos ellos, con un gran elenco de secundarios que a menudo son el alma de la serie.
Si eres fan de este tipo de manga, es un imprescindible sin ninguna duda. Si odias el género, ni te acerques, que tiene todos los tópicos del mismo. Si ni te va ni te viene, puedes darle una oportunidad y quizá te lleves una agradable sorpresa. Eso sí, nunca lo leas esperando más de lo que ofrece, porque te decepcionará.
Un 7.
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