Thursday, August 6, 2009

Invitados especiales: Cho y Bambú. La piratería

Me llena de orgullo y satisfacción presentaros la colaboración de Cho Hakkai y Bambú, de La Estantería de Cho, en la que opinan sobre la piratería.





La piratería





Como todos sabemos muy bien, la piratería constituye un delito que puede estar incluso penado con la cárcel. Sin embargo, en nuestra opinión, hay actos presuntamente delictivos que no deberían de considerarse piratería en sí.



Pensamos que, en mayor o menor medida, la piratería ha existido siempre. Por ejemplo, remontémonos a hace ya unas décadas cuando existían los famosos vídeos VHS y cintas de Cassette, en lugar de nuestros CDs y DVDs. Por aquellos tiempos, cuando alguien se compraba un juego para los ordenadores del momento como Spectrum +2 o Commodore 64, los amigos lo grababan en una minicadena de doble pletina y asunto resuelto.



Hasta ahí, bien, por aquel entonces la piratería en sí no estaba muy perseguida o éramos demasiado inconscientes para saber que nuestra caja de zapatos repleta de cintas con cientos de juegos del Spectrum +2 probablemente constituía un delito. Pero claro, el hecho de que alguien compre un juego y se lo preste a otro y éste, a su vez lo grabe, es algo imposible de controlar.



Ahora traslademos lo anteriormente mencionado al día de hoy; es decir, si tengo un juego de ps2 y tú me lo pides prestado, a mí que más me da dejártelo para que lo grabes. Si para el caso tiene la misma repercusión en las ventas del juego que yo te preste mi juego original a que tú lo grabes; así, de una forma u otra se seguiría vendiendo un juego original. Por esta razón, hoy en día, a los distribuidores de juegos no les interesa la venta de segunda mano y, de hecho, incluso se quejan de este tipo de adquisiciones de sus productos.



Ahora, con la evolución de las comunicaciones y sobre todo gracias a Internet, usuarios de todas las

partes del mundo nos mantenemos comunicados sin movernos de nuestro asiento. Pero claro, ante dicha situación, se abre un abanico de información increíble, donde, entre esa información se mueven copias de películas, videojuegos, libros y otras propiedades intelectuales. Aquí es donde empieza la persecución pura y dura, porque en Internet se deja huella y cuando vas a casa de un amigo para que se grabe tu juego no.



Pero vamos a ver, si somos de Cádiz y tenemos un amigo de Internet que vive en Barcelona con el que hablamos todos los días, puede que más que con el resto de la gente de mi ciudad, por qué no vamos a poder pasarle una imagen de un juego que me he comprado. Si para el caso es lo mismo que si le prestara mi original, cosa que haría encantado.



Hay “eruditos” que defienden el fenómeno de Internet como una evolución más del ser humano en la que podemos estar comunicados con el resto del mundo. Si se toma esa postura, con más motivo podría comunicarle a un amigo de Barcelona lo genial que es un compact que estoy escuchando y me encantaría prestárselo para compartirlo con él. Si estuviese en mi ciudad, podríamos quedar para escucharlo y dejárselo, pero como no estamos en el mismo lugar pues podemos recurrir a Internet. ¿Qué diferencia hay?



También podemos decir que sí, en los programas P2P (emule, Bittorrent, Ares, entre muchos) estás compartiendo cosas con gente que no conoces. Vale, se tiene razón, pero en tal caso, es exactamente lo mismo que un desconocido, desde su casa, entra en tu blog para leer tu información e incluso entablar una amistad contigo. Es otra forma de socialización, ¿acaso es malo conocer gente y hacer amigos? XD



Con lo que sí estamos totalmente en contra es de la piratería como un negocio. Eso de que haya gente

que se gane la vida realizando grabaciones a gran escala de películas, o lo que se le antoje, y tenga a gente trabajando en la calle, siempre bajo la inminente amenaza de ser capturado por la policía, nos parece un acto déspota, huraño e imperdonable. Porque, en tal caso, no se está compartiendo, se está vendiendo el trabajo de profesionales sin que éstos vean un solo céntimo de la venta. Eso sí es robar, hacerse con el trabajo de los demás y venderlo mucho más barato y, encima, explotar a gente desamparada sin sueldo, sin seguridad social, sin condiciones para vivir.



En cuanto a la repercusión de la piratería en el mundo del manga y el anime, pensamos que, en cierto modo, gracias a los Fansubs, los aficionados podemos conocer infinidad de títulos e incluso crear cierta acogida que las editoriales podrían hacer caso o no, para estimar si un título merecería la pena vender en nuestro país. Claros ejemplos han sido Soul Eater, Death Note, 666 Satan, Bleach y Naruto entre muchos más.



Por lo anterior, definimos a los Fansubs como un grupo de personas que son muy buena gente y quieren compartir con los demás títulos de manga, anime y otros productos de carácter intelectual que no se venden en nuestro país.



En este mundo, por supuesto, hay gente de todas las clases y condiciones pero sí tenemos que admitir que gran parte de los aficionados al manga y anime, por no decir todos, cuando recurren a unos scans de un manga o incluso una copia de una serie de anime, si le gusta mucho, compra el original sin dudarlo.



Sabemos que éste es un tema muy delicado de tratar y por eso, gracias a Batto, al que cariñosamente llamamos Wiki, hemos podido dar nuestra opinión de un aspecto que no tiene cabida en nuestro blog y, si se presenta la ocasión, no dudéis que volveremos a leernos en Batto Presenta…



Muchas gracias a todos y esperamos vuestras opiniones de este tema tan delicado.

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