Saturday, July 31, 2010

Blue Dragon (360)


Primera obra de Hironobu Sakaguchi tras abandonar Square Enix y la saga que él mismo creó, Final Fantasy. Pero, sea en aquella compañía o en Mistwalker, él hace lo que mejor sabe hacer.

Al igual que su famosa creación, este juego es un RPG japonés con combates por turnos. De nuevo, al igual que en las entregas de Final Fantasy, la música corre a cargo de Nobuo Uematsu, sinónimo de calidad. El diseño de personajes esta vez le corresponde a Akira Toriyama. Teniendo en cuenta que el tipo de historia y el sentido del humor son muy similares al estilo de Toriyama, sus diseños vienen que ni pintados.

La principal particularidad del juego consiste en la manera de luchar. Los personajes no combaten por sí mismos sino que, gracias al poder de la magia, pueden hacer que sus sombras se levanten del suelo y cobren vida, tomando la forma de distintos seres: un dragón, un fénix, un minotauro, un smilodón y un vampiro. Y son sus sombras las que luchan por ellos. En la práctica es lo mismo de siempre, lanzar ataques físicos o conjuros, utilizar objetos o hacer uso de distintas habilidades, pero esta mecánica le da un toque único que lo hace muy especial. Y, además, hay un demoledor ataque que se adquiere hacia el final de la aventura y que no voy a comentar para que quien se decida a probar el juego se lleve la sorpresa.


Además de ganar experiencia para subir de nivel a medida que los personajes superan combates, reciben también puntos de habilidad para subir de rango en la clase a la que pertenezca su sombra. Las clases disponibles son maestro de espada, guardián, asesino, monje, mago blanco, mago negro, mago de apoyo, mago de barrera y factótum. Se puede cambiar de clase siempre que se quiera, de manera que al cambiar, la sombra correspondiente tendrá una habilidad básica de dicha clase y las que escojamos de las ya aprendidas, sean de esa clase o de otra. En total se pueden tener hasta 9 habilidades a la vez, que pueden ser de combate (magia negra, contraataque...), de campo (paralizar enemigos antes de entrar en combate, crear una barrera protectora...), de estado (aumentar cualquier parámetro, tener más puntos de vida...) o incluso de otros tipos (que te vendas más baratas las cosas en las tiendas...). Por tanto, no todo es subir de nivel, y una buena estrategia seleccionando las habilidades de cada personaje será crucial para superar la aventura.

Al ser las sombras las que luchan, no hay que equiparse armas, pero sí hay accesorios que potencian el ataque o la defensa y un sinfín de parámetros más.

Los combates, como a mí me gustan, con un grupo grande de personajes. Hasta 5 a la vez, como ocurría también en Lost Odyssey. Además, en una parte de la pantalla se indica el orden en que van a atacar los personajes, sean los nuestros o los enemigos. Algunos ataques se hacen al instante, y otros se puede elegir entre hacerlos así o cargándolos, con lo que serán más potentes pero se requiere un tiempo extra. Al ir a cargar, hay que calcular hasta dónde hacerlo según lo que mejor convenga. Se lo puede cargar mucho y tener que esperar a que ataquen primero los enemigos o no tanto y actuar antes que ellos.


La historia es bastante típica de JRPG, lo cual no lo veo ni como una virtud ni como un defecto. Es una excusa para jugar, divertirse y recorrer el mundo.

Y la duración, enorme. Solo la historia principal ya da para muchísimas horas, con lo que si se quiere seguir búsquedas secundarias que no desmerecen para nada la parte central del juego, parecerá que no acaba nunca. Yo he tenido para 69 horas y pico y aún quedaban cosas por hacer. Creo que es el RPG que más me ha durado de los muchos que he jugado.

Por último, recomiendo descargarse (es gratuito) el dispositivo complicador, que añade los niveles de dificultad difícil e imposible. Yo he jugado en difícil y ha sido asequible, así que el normal debe de ser demasiado fácil.

Un 9.

No comments:

Post a Comment