Jacarandá

Un árbol enorme aparece de repente en Tokio, creciendo a una velocidad de vértigo y causando una oleada de muerte y destrucción.

¡Menuda miiiiiieeeeeeeeerdaaaaaaaaa!

No hay historia ni desarrollo de personajes. De hecho, se podría decir que no hay personajes, ya que ninguno llega a decir más que unas pocas palabras y casi todos mueren a las pocas viñetas de aparecer. Este manga no es más que una sucesión de incendios, accidentes, derrumbes y explosiones en los que la gente cae como moscas. Como apenas hay diálogo, aun teniendo más de 300 páginas se "lee" tranquilamente en media hora. O en menos.

Y todavía eso con un dibujo bueno podría tener un cierto interés para admirarlo, pero es que es prácticamente imposible que sea peor. No solo es que el dibujo sea malo, es que es más feo que mandar a la abuela a por droga.

Lo único bueno que se me ocurre es que como dura tan poco no se aburre uno mucho tiempo. Claro que eso es bueno en mi caso, que lo he sacado de la biblioteca, pero a quien se gaste 16€ en esto mucha gracia no creo que le haga.

Vamos, que es un despropósito.

Un 2.