Novela autobiográfica de Mineko Iwasaki, la geisha con más éxito de su momento.
El autor de Memorias de una geisha se entrevistó con ella para documentarse para su novela. Lo único que ella le pidió fue que no la nombrara. ¿Qué hizo él? Alteró a placer lo que le dio la gana, dando una visión de las geishas muy diferente de la real... y le dedicó unas cuantas líneas en los agradecimientos. Ella, cabreada, decidió escribir su verdadera historia. A mí personalmente que cambiara y se inventara lo que quisiera me parece bien. Al fin y al cabo una novela es ficción, no tiene por qué ajustarse a la realidad. Lo que sí estuvo feo es lo de mencionarla. Si tan agradecido le estaba, ¿por qué no hizo lo único que le pidió a cambio?
Anécdotas aparte, esta novela puede ser mucho más interesante que la otra como texto informativo, para saber cómo funciona el mundo de las geishas. Pero como novela... la verdad es que prefiero la otra mil veces, mucho más adictiva. Esto más que una novela parece una sucesión de anécdotas personales y descripciones de cómo era ese negocio a mediados del siglo XX. Ha sido una lectura provechosa, sin duda, pero para nada apasionante. Y, por otro lado... en lo estrictamente personal habría que ver hasta qué punto es verdad todo lo que cuenta o si en ciertos aspectos no hay otra versión de la historia igualmente cierta. Más realista que la otra será, claro que sí, pero no creo que haya nadie que escriba sobre sí mismo sin alterar los hechos lo más mínimo. Y se supone que es "la verdadera historia". O así lo venden.
Un 6.
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